LA NOTICIA INTERNACIONAL
DESDE LOS PUEBLOS
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HEGEMÓNICO Y CONTRAHEGEMÓNICO DE LA NOTICIA INTERNACIONAL
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PARA EL ESTUDIO DE LA NOTICIA INTERNACIONAL
- PERIODISMO PARA LA PAZ Y PERIODISMO PARA LA SOLIDARIDAD
LO HEGEMÓNICO Y CONTRAHEGEMÓNICO DE LA NOTICIA INTERNACIONAL
Por Alice PeñaEstudiar la noticia internacional exige de un marco teórico que le permita al periodista deconstruir el discurso e identificar elementos visibles o no presentes en dinámica informativa. Veamos a continuación el siguiente esquema:
Como se puede observar encontramos cuatro componentes que nos permite caracterizar la complejidad de la realidad presentada. Una nota informativa (vía impresa, audiovisual o virtual) no es neutral, viene orientada desde los centros de poder mediático y desde los intereses trasnacionales que la conforman. Ellas buscan incidir en la opinión publica mundial no solo en la agenda de temas, problemas e intereses de unos grupos sino generar una visión ideológica y simbólica de los mismos.
Desde una perspectica Freireana podiamos afirmar que en las agencias y medios de información y comunicación internacional se produce una acción anti-dialógica cuando se propone conquistar económicamente los mercados o a través de imponer guerras e invasiones previa una construcción de discursos a favor de ella y en contra de los dirigentes, pueblos y naciones del mundo que no cuentan con esos medios para influir y contrarrestar la guerra mediatica.
No obstante, en las naciones y pueblos del mundo deben constituirse en una acción dialógica cooperativa, solidaria, de participación, de organización y recreación cultural desde su identidad e intereses comunes para hacer frente a las imposiciones de quienes intentan dividirlos, manipularlos e invadirlos por todos los espacios de la vida ciudadana (como lo social, lo mediático, lo cultural, lo tecnológico, lo militar, lo ideológico publicitario, etc).
Ahora bien no basta deconstruir el discurso hegemónico, si no se construye el discurso contra hegemónico no solo a nivel de saberes, informaciones y conocimientos sino en prácticas reales. Y que el comunicador puede cumplir una tarea de concienciación para generar temas para el debate y discusión pública y de grupos de intereses.
Movimiento de Países No Alineados: De los
inicios al siglo XXI
Desde
su fundación en 1961 hasta la actualidad, el Movimiento de Países No Alineados
ha librado una batalla constante para garantizar que los pueblos oprimidos por
la ocupación y dominación extranjeras puedan ejercer su derecho inalienable a
la libre determinación y a la independencia Especial de JR sobre el MNOAL
Juventud Rebelde
digital@juventudrebelde.cu
21 de Abril del 2009 17:36:31 CDT
El
nacimiento del campo socialista tras la derrota del fascismo en digital@juventudrebelde.cu
21 de Abril del 2009 17:36:31 CDT
En este contexto, los países subdesarrollados, en su mayoría de Asia y África, sintieron la necesidad de unir esfuerzos en la defensa común de sus intereses, en la consolidación de sus independencias y soberanías y en el rescate cultural y económico de sus pueblos, además de expresar un fuerte compromiso con la paz al declararse «no alineados» a ninguno de los dos bloques militares nacientes.
Con los objetivos de debatir y avanzar una estrategia encaminada a lograr tales propósitos, tiene lugar
En 1960, a la luz de los resultados alcanzados en Bandung, durante el XV período ordinario de sesiones de
Se unen los países subdesarrollados
Seis
años después de Bandung, sobre una base geográfica más amplia, se fundó el
Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) en Cuba, donde
El Movimiento no fue concebido para desempeñar un papel pasivo en la política internacional, sino para formular sus propias posiciones de manera independiente, reflejando los intereses y condiciones de sus integrantes.
Los objetivos primarios de los NOAL se enfocaron en el apoyo a la autodeterminación, la independencia nacional, la soberanía e integridad territorial de los Estados; la no adherencia a pactos multilaterales militares; la lucha contra el imperialismo en todas sus formas y manifestaciones; la lucha contra el colonialismo, el neocolonialismo, el racismo, la ocupación y la dominación extranjeras; el desarme y la coexistencia pacífica entre todas las naciones; el rechazo al uso o amenaza de uso de la fuerza en las relaciones internacionales; el fortalecimiento de las Naciones Unidas; la democratización de las relaciones internacionales; el desarrollo socioeconómico y la reestructuración del sistema económico internacional; así como la cooperación internacional sobre bases de igualdad.
Durante las décadas del 60’ y 70’ el MNOAL, que incluía a casi todos los países de Asia y África, fue convirtiéndose en frente de concertación para luchar por reivindicaciones para el mundo en desarrollo. Conseguido el propósito de la emancipación, las Conferencias testimoniaron una creciente preocupación por los aspectos económicos, además de los estrictamente políticos.
Muestra de ello fue el nacimiento, en
El Movimiento desempeñó un rol importante en el apoyo a las naciones que entonces luchaban por su independencia en el Tercer Mundo y brindó su estrecha solidaridad a las aspiraciones más justas de la humanidad. Contribuyó de forma innegable al triunfo de la lucha por la independencia nacional y la descolonización, lo que le permitió mantener un importante prestigio diplomático.
La crisis de los no alineados
A
finales de los 80, el Movimiento enfrentó el gran reto que representó el
derrumbe del campo socialista. El fin del enfrentamiento entre los dos bloques
antagónicos fue visto como el inicio del fin del MNOAL. El hecho de que
Yugoslavia ocupara Los primeros años de la década del 90’ fueron tremendamente difíciles. EL MNOAL no pudo escapar de las dificultades para accionar con efectividad en una adversa situación política internacional, marcada por el hegemonismo y el unipolarismo. Además, atentaron contra su evolución los conflictos internos que tuvieron lugar dentro de su membresía y la visible diversidad de intereses.
También hubo cambios importantes en los países africanos, provocados por la imposición de la democracia liberal burguesa que frenó proyectos nacionalistas importantes en esa parte del mundo y en América Latina ocurrió un desmantelamiento de muchos grupos de izquierda.
En esa etapa en la que se cuestionaba la existencia misma del Movimiento, Cuba, junto a un grupo importante de países asiáticos entre los que destacaron Malasia e Indonesia, se dio a la tarea de mantener viva la llama del MNOAL.
Resistir era lo fundamental. Los países en desarrollo se percatarían que el nuevo orden mundial propuesto por Estados Unidos, era únicamente un proyecto sobre la base de sus intereses. Las fuerzas progresistas entenderían que esos cantos de sirenas no iban dirigidos a resolver los graves problemas del Sur.
La permanencia de gobiernos nacionales en algunos países africanos como Angola, Simbawe y Namibia, fueron elementos esenciales que permitieron mantener un grupo mínimo de concertación. La propia aparición de una Sudáfrica independiente que había derrotado el Apartheid, y la radicalización progresiva a las posiciones de países a favor del Tercer Mundo también tuvieron un impacto positivo importante en la revitalización del Movimiento.
El neoliberalismo, como receta económica, los planteamientos en el orden doctrinal como la llamada intervención humanitaria, y las acciones de la administración de Gorge H. W. Bush acabaron de convencer al Tercer Mundo de la importancia de unir fuerzas para proteger la soberanía y los intereses del Sur.
De aquel ocaso a la fecha el MNOAL ha transitado por presidencias que tuvieron la virtud de haber mantenido la vigencia y unidad del Movimiento: Indonesia (1992-1995) y Colombia (1995-1998). Ya en el momento en que Sudáfrica asume la dirección (1998-2003) se inicia una clara vigorización de la organización. Los NOAL vuelven a ocupar un lugar activo en importantes procesos internacionales. Estuvieron en la primera fila del debate en
En
La presidencia de Cuba (2006-2009)
La celebración en Cuba de
Cuba pasó de la declaración final de
La presidencia cubana logró reactivar la presencia del Movimiento en la sede de
En estos tres años se ha diversificado y expandido la acción del MNOAL, ya no solo se concentra en Nueva York que es su mayor ámbito de influencia y actividad, sino que también actúa en diversos foros multilaterales donde los países del Sur tienen intereses concretos que defender.
El MNOAL en el siglo XXI
El
Movimiento de Países No Alineados no perdió su vigencia con el fin de La defensa del multilateralismo, de los principios que rigen el Derecho Internacional y las relaciones entre los Estados, así como el mantenimiento de la paz y la seguridad internacional, constituyen de por sí razones más que suficientes para preservar y fortalecer el MNOAL.
Hasta hoy, se han celebrado catorce Conferencias Cumbres del MNOAL y en julio próximo tendrá lugar
Aram Aharonian
Aram
Aharonian es Magister en Integración, periodista y docente uruguayo, fundador
de Telesur, director del Observatorio en Comunicación y Democracia, presidente
de
Aram Aharonian
ha publicado 65 artículos en Aporrea.org desde 19/10/02:
Fecha
|
Título
|
Lecturas
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12/04/16
|
576
|
|
29/03/16
|
1.541
|
Los medios de comunicación y su
influencia en América Latina
Posted
on 21 septiembre 2009 por Paola Ricaurte https://mediosfera.wordpress.com/2009/09/21/los-medios-de-comunicacion-y-su-influencia-en-america-latina/
Países con gran tradición multiculturales se ven amenazados por las vastas influencias que reciben; pues definir una cultura propia, sobre todo considerando las circunstancias, el desarrollo tecnológico y las aperturas de mercados, se convierte en un reto complejo. Las ideas de identidad, soberanía y nacionalismo ahora luchan por surgir y sobrevivir a las amenazas homogeneizantes de la cultura uniformante de la globalización.
El contexto contemporáneo es un mundo altamente intercomunicado, donde el capitalismo predomina en las naciones. Esto es un indicador posible de la mayor interconexión e interdependencia actual entre las naciones, lo constituyen los flujos de comercio exterior. “El conjunto de actividades de producción, comercialización y comunicación en gran escala de mensajes y bienes culturales que favorecen la difusión masiva, nacional e internacional, de la información y el entretenimiento, y el acceso creciente de las mayorías”[1] es entonces la definición de una industria cultural.
Este sector de la industria, es uno de los más importantes, tienen un poder a la par del estado o de las organizaciones interestatales, pues como industrias culturales, son generadoras de cultura y una de las principales influencias que tenemos hoy en día sobre las sociedades. Se han vuelto una vía para hacer llegar a las masas objetivos, que en ciertos casos no son tan loables. Y bajo una tendencia de globalización, las industrias culturales vienen a romper con paradigmas regionales, pues aunque no compartan incluso el idioma, se han logrado introducir estereotipos como parte de la cultura local.
Hace unos 50 años, hablar sobre un movimiento de integración latinoamericano era algo lejanamente posible, pues solo constituía en un proyecto para ciertas elites, sin bases económicas o comunicacionales que interconectaran a las poblaciones. Néstor García Canclini, decía en su texto que “Los movimientos latinoamericanistas, aunque invocaran la comunidad geográfica, lingüística e histórica, y a veces el enfrentamiento con poderes intrarregionales, eran más bien actos discursivos que movilizaban pocos recursos. Su mayor expresividad y difusión se logró a través de las artes plásticas, la literatura y algunas figuras emblemáticas del cine y la música.”[2]
Ante la globalización y las tendencias mundiales, en sentido económico y cultural; Estados Unidos y la comunidad Europea lideran este escenario, resulta difícil para un sector como Latinoamérica sobre salir entre los grandes, haciéndose presente en la comunidad internacional mediante la proliferación económica o el desarrollo de tecnologías o estos sectores que incluso hoy China empieza a tomar protagonismo. Es entonces como mediante la unificación de las industrias culturales principalmente los medios de comunicación, se trata de posicionar a América latina en el mapa mundial.
Mediante la democratización de los medios, y haciendo esa intercomunicación de las regiones del continente es como se intenta unificar este sector de la industria para lograr edificar un sentido latinoamericano y conforme una estructura fuerte que pueda generar influencia a otros niveles.
Anteriormente los medios de comunicación en Latinoamérica, y aislados entre sí, han servido a intereses privados, muchos influenciados por grandes potencias que intentan desestabilizar a la sociedad o vender una ideología, y tenemos como consecuencia una gran influencia del “Dr. House” en lugares que distan mucho de la realidad de dicha serie, y que confunden a la sociedad, vendiendo estereotipos y haciendo que las tradiciones y culturas regionales decaigan. Por otro lado; las industrias culturales también han servido a intereses regionales de grupos de poder; sector político principalmente pero también el sector económico, estos dos bloques se han servido de las industrias culturales para proliferar una ideología o crear tendencias hacia ciertos intereses económicos, tenemos casos como Cuba o Venezuela; donde el poder político domina el poder de comunicación y hace de este un medio para desarrollar sus políticas y sus acciones. Así mismo en el sentido económico, grandes empresas como en el caso de México donde grupo salinas por ejemplo comanda TV Azteca y mediante esta ventana de comunicación expande sus intereses económicos. En muchos casos poder político y poder económico se mezclan para formar un aparato casi indestructible.
Ante estos retos, queda en duda la posibilidad de unificar mediante las industrias culturales a una región del mundo que comparte no solo un habla si no también tradiciones y un sentido nacionalista – regional, que lucha para aparecer en el escenario mundial, pero que debido a este tipo de fuerzas de contrapeso se fracciona mas y se cuartea a grado tal de que a veces vemos imposible la idea de que algún día América latina figure en los escenarios mundiales.
Con una diversidad cultural rica y exquisita, América latina debe de unir esos esfuerzos y saber mezclar los intereses políticos, económicos y sociales; para lograr el desarrollo y la democratización de los medios de comunicación y las industrias culturales.
LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL Y SU
INFLUENCIA EN LA SOCIEDAD
http://sociedadvenezolana.ning.com/forum/topics/los-medios-de-comunicacion-2
INFORME Nº 4
CURSO: LENGUA Y COMUNICACIÓN
FACILITADORA: Prof. Msc. MILAGROS HERNÁNDEZ CH.
ELABORADO POR: LUNA L. JOSÉ
Los medios de comunicación social como se les ha llamado hasta hoy, aunque para algunos, más que medios de comunicación son medios de información por cuanto no se da en todo momento la interacción o intercambio de opinión entre los emisores y receptores de la información, vienen a ser todos aquellos canales como el cine, la televisión, la radio, diarios y revistas de grandes tirajes, y más recientemente la internet, a través de los cuales se logra la información y promoción publicitaria de cobertura masiva como la conocemos en la actualidad.
Dentro de estos medios podemos citar: la televisión, el cine, la radio y la telefonía móvil e internet. Sin embargo se debe señalar que información y comunicación son términos tan antiguos como las sociedades humanas. En nuestros días, desde mediados del siglo pasado, el adelanto tecnológico ha hecho posible un desarrollo tal en los medios de comunicación y es tan relevante su influencia social que puede identificarse o calificarse nuestra sociedad como la sociedad de la información y la comunicación.
En este sentido podemos agrupar a los medios de comunicación social en dos categorías: audiovisuales e impresos.
a) Medios audiovisuales
En lo que podría llamarse la prehistoria de la actividad publicitaria (segunda mitad del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX), sólo existía la palabra verbal o escrita. Años más tarde, sin que el medio impreso haya dejado de ocupar un papel importante, el imperio de lo audiovisual es indiscutible y el papel determinante, desde la década de los cincuenta, que juega la televisión, con el cual viene el surgimiento y desarrollo del actual negocio publicitario, así como la difusión de la información a una mayor brevedad y cobertura.
b) Medios impresos.
Dentro de este grupo de medios de comunicación encontramos: la prensa y revistas de grandes tirajes, los cuales a pesar de la hegemonía de la televisión en el negocio publicitario frente al resto de los otros medios de comunicación, dos factores inciden no solo en su mantenimiento o permanencia, sino también en la revitalización en la sociedad. Lo primero por lo permanente del mensaje impreso frente a la fugacidad del mensaje audiovisual y el segundo, la economía en la publicación del mensaje o información.
Pese a la profunda diversificación y complejidad adquirida por el mercado de los medios de comunicación social a partir de mediados de la década de los setenta y la consecuente revitalización de algunos medios, anteriormente languidecentes, como las revistas y la radio, anunciantes y publicistas siguen considerando la televisión como el más impactante y persuasivo de los medios de comunicación social. Cada día la televisión es un medio o canal con el cual se comunica en forma masiva a toda la sociedad y a todos los niveles, debido a las posibilidades creativo-comunicacionales de este medio. El color, los efectos especiales que aportan el video y la informática, la amplia cobertura del satélite y la facilidad de llegar a públicos específicos a través de la televisión por cable, entre otros.
En nuestro país si calculamos el porcentaje de habitantes de los más alejados rincones de las zona rurales que no poseen televisión y lo comparamos con las personas o familias que tienen acceso a este medio, concluiríamos que Venezuela es un caso atípico en el factor penetración del medio televisivo, ya que aún los habitantes de los ranchos tienen televisión; siendo el promedio dos o tres televisores por cada hogar. Un poco menos que la televisión, el internet se convierte cada vez más en un medio comunicacional que absorbe un gran número de usuarios de todo el mundo, sobre todo de la población joven y estudiantil (incluyendo en gran parte a los niños, niñas y adolescentes).
Estos dos medios de comunicación son en la actualidad los más llamativos para la sociedad en general y como se dijo anteriormente para los niños, niñas y jóvenes, debido a la diversidad de información que ofrecen y lo novedoso de la misma.
Sin embargo, es importante resaltar que todos estos medios informan, enseñan, distraen y comunican a los seres humanos pero pueden resultar o no educativos. En tal sentido es sistema educativo, dado el exceso de información que se deja circular por todos los medios, está llamado a evitar el peligro de una dualidad social entre los estratos sociales o profesionales que utilizan y conocen las nuevas tecnologías y los que aún no las dominan; al evitar el analfabetismo tecnológico, la educación tecnológica jugaría así el papel esencial que ha jugado hasta ahora el aprendizaje de la lectura y de la escritura.
La virtualidad educativa de loa nuevas tecnologías, en las que convergen los aspectos esenciales del texto, del cine y de la televisión, es decir, de los multimedia, consiste en que pueden convertir en realidad las mejores utopías educativas, que se cumplan los sueños de todos los teóricos y renovadores de la educación existente desde finales del siglo pasado (psicopedagogos, sociólogos, politólogos, filósofos, moralistas, esto es una enseñanza activa, personalizada, educación cooperativa, educación para la vida, enseñanza en contacto con la realidad, educación bien motivada y aprendizaje significativo.
Con relación con el ámbito más general de la cultura no cabe la menor duda de que la televisión y la internet, sobre todo, ha llevado a todos o gran parte de la sociedad una serie de conocimientos e informaciones sobre las diversas materias objeto del saber como: la geografía, historia, política, sociología, costumbres, artes, religión, comercio, valores, moral, espectáculos, cine y mucho más que sin estos medios nunca hubieran podido acceder, sobre todo en los medios rurales o alejados de las grandes urbes o ciudades.
De igual manera es cierto que gran parte del contenido de estos medios son subproductos calificados como “basuras” por las escenas de violencia, de pornografía que fomentan o son escuelas de los más bajos sentimientos del hombre: la ira, venganza, desprecio por la vida humana, abusos sexuales, entre muchos otros, es decir, son escuelas de todos los contravalores imaginables que contribuyen a denigrar instituciones que son pilar de la convivencia humana.
A favor del medio conocido como internet, puede señalarse que si puede calificarse como un medio de comunicación por cuanto pueden establecerse relaciones de comunicación horizontal y simétrica, representando modos e interconexión humana a distancia que posibilita la construcción de una auténtica sociedad civil, ampliando las interrelaciones personales sin disminuir la privacidad y la intimidad.
Estos medios por supuesto que implican riesgos, para el hombre en sociedad, ya que pueden convertirse en instrumentos de adoctrinamiento y de control social mediante la manipulación que se da en la selección y presentación de noticias, de películas, etc., y sobre todo en la publicidad. Publicidad insolidaria que vende de forma positiva las diferencias sociales, que discrimina y por tanto crea en la mente del individuo la necesidad de cambiar a una posición ideológica que se contrapone al avance positivo de la sociedad.
Ante la avalancha de noticias, a veces contradictorias, y de mensajes publicitarios más o menos manipuladores, como influencias en ideas y actitudes ante la vida, procedentes de prensa, radio, televisión o internet, es preciso para que todo ello no redunde en desconocimiento y confusión, un discernimiento de lo que la persona, el niño o el joven, en un período aún de maduración personal, puede asumir. Para ello es preciso que sepa adoptar una actitud crítica y reflexiva, capaz de seleccionar y valorar tal cantidad de ideas que se cuelan por los sentidos, para elegir lo bueno, lo educativo, lo valioso, lo que le ayude a crecer como persona y le prepare para la vida social, es decir, lo que contribuya a su educación, de modo que su información y entretenimiento no le resulten nocivos, ni a ellos ni a la sociedad.
Todo esto, tomando en cuenta que los medios de comunicación social constituyen en nuestra sociedad un nuevo y poderoso agente de enseñanza y educación que en relación con los agentes tradicionales de enseñanza y educación como familia, escuela, agentes intermedios (sociedad) han venido en alguna medida a sustituirlos o suprimirlos, o en todo caso, a modificar sustancialmente su influencia tradicional.
Tales nuevos medios de educación, las tic, son ambivalentes, pues, pueden ser educativos o no educativos, debido a que el exceso de información o su manipulación pueden llevar a la confusión y a la desorientación, pueden educar o deseducar, ya que si en general responden a una concepción hedonista de la vida, al mismo tiempo proporcionan la posibilidad de una interconexión humana a distancia que hace posible la construcción de una auténtica sociedad civil. Para que la avalancha de información no degenere en desconocimiento y confusión es preciso una ética de los medios de comunicación, por una parte y una evaluación y supervisión por parte de todas las instituciones, tanto políticas, sociales, religiosas, etc., y así pode continuar la globalización o mundialización de aspectos esenciales para todas las sociedades, tales como: ciencia, cultura, educación, economía, entre otros.
http://sociedadvenezolana.ning.com/forum/topics/los-medios-de-comunicacion-2
INFORME Nº 4
CURSO: LENGUA Y COMUNICACIÓN
FACILITADORA: Prof. Msc. MILAGROS HERNÁNDEZ CH.
ELABORADO POR: LUNA L. JOSÉ
Los medios de comunicación social como se les ha llamado hasta hoy, aunque para algunos, más que medios de comunicación son medios de información por cuanto no se da en todo momento la interacción o intercambio de opinión entre los emisores y receptores de la información, vienen a ser todos aquellos canales como el cine, la televisión, la radio, diarios y revistas de grandes tirajes, y más recientemente la internet, a través de los cuales se logra la información y promoción publicitaria de cobertura masiva como la conocemos en la actualidad.
Dentro de estos medios podemos citar: la televisión, el cine, la radio y la telefonía móvil e internet. Sin embargo se debe señalar que información y comunicación son términos tan antiguos como las sociedades humanas. En nuestros días, desde mediados del siglo pasado, el adelanto tecnológico ha hecho posible un desarrollo tal en los medios de comunicación y es tan relevante su influencia social que puede identificarse o calificarse nuestra sociedad como la sociedad de la información y la comunicación.
En este sentido podemos agrupar a los medios de comunicación social en dos categorías: audiovisuales e impresos.
a) Medios audiovisuales
En lo que podría llamarse la prehistoria de la actividad publicitaria (segunda mitad del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX), sólo existía la palabra verbal o escrita. Años más tarde, sin que el medio impreso haya dejado de ocupar un papel importante, el imperio de lo audiovisual es indiscutible y el papel determinante, desde la década de los cincuenta, que juega la televisión, con el cual viene el surgimiento y desarrollo del actual negocio publicitario, así como la difusión de la información a una mayor brevedad y cobertura.
b) Medios impresos.
Dentro de este grupo de medios de comunicación encontramos: la prensa y revistas de grandes tirajes, los cuales a pesar de la hegemonía de la televisión en el negocio publicitario frente al resto de los otros medios de comunicación, dos factores inciden no solo en su mantenimiento o permanencia, sino también en la revitalización en la sociedad. Lo primero por lo permanente del mensaje impreso frente a la fugacidad del mensaje audiovisual y el segundo, la economía en la publicación del mensaje o información.
Pese a la profunda diversificación y complejidad adquirida por el mercado de los medios de comunicación social a partir de mediados de la década de los setenta y la consecuente revitalización de algunos medios, anteriormente languidecentes, como las revistas y la radio, anunciantes y publicistas siguen considerando la televisión como el más impactante y persuasivo de los medios de comunicación social. Cada día la televisión es un medio o canal con el cual se comunica en forma masiva a toda la sociedad y a todos los niveles, debido a las posibilidades creativo-comunicacionales de este medio. El color, los efectos especiales que aportan el video y la informática, la amplia cobertura del satélite y la facilidad de llegar a públicos específicos a través de la televisión por cable, entre otros.
En nuestro país si calculamos el porcentaje de habitantes de los más alejados rincones de las zona rurales que no poseen televisión y lo comparamos con las personas o familias que tienen acceso a este medio, concluiríamos que Venezuela es un caso atípico en el factor penetración del medio televisivo, ya que aún los habitantes de los ranchos tienen televisión; siendo el promedio dos o tres televisores por cada hogar. Un poco menos que la televisión, el internet se convierte cada vez más en un medio comunicacional que absorbe un gran número de usuarios de todo el mundo, sobre todo de la población joven y estudiantil (incluyendo en gran parte a los niños, niñas y adolescentes).
Estos dos medios de comunicación son en la actualidad los más llamativos para la sociedad en general y como se dijo anteriormente para los niños, niñas y jóvenes, debido a la diversidad de información que ofrecen y lo novedoso de la misma.
Sin embargo, es importante resaltar que todos estos medios informan, enseñan, distraen y comunican a los seres humanos pero pueden resultar o no educativos. En tal sentido es sistema educativo, dado el exceso de información que se deja circular por todos los medios, está llamado a evitar el peligro de una dualidad social entre los estratos sociales o profesionales que utilizan y conocen las nuevas tecnologías y los que aún no las dominan; al evitar el analfabetismo tecnológico, la educación tecnológica jugaría así el papel esencial que ha jugado hasta ahora el aprendizaje de la lectura y de la escritura.
La virtualidad educativa de loa nuevas tecnologías, en las que convergen los aspectos esenciales del texto, del cine y de la televisión, es decir, de los multimedia, consiste en que pueden convertir en realidad las mejores utopías educativas, que se cumplan los sueños de todos los teóricos y renovadores de la educación existente desde finales del siglo pasado (psicopedagogos, sociólogos, politólogos, filósofos, moralistas, esto es una enseñanza activa, personalizada, educación cooperativa, educación para la vida, enseñanza en contacto con la realidad, educación bien motivada y aprendizaje significativo.
Con relación con el ámbito más general de la cultura no cabe la menor duda de que la televisión y la internet, sobre todo, ha llevado a todos o gran parte de la sociedad una serie de conocimientos e informaciones sobre las diversas materias objeto del saber como: la geografía, historia, política, sociología, costumbres, artes, religión, comercio, valores, moral, espectáculos, cine y mucho más que sin estos medios nunca hubieran podido acceder, sobre todo en los medios rurales o alejados de las grandes urbes o ciudades.
De igual manera es cierto que gran parte del contenido de estos medios son subproductos calificados como “basuras” por las escenas de violencia, de pornografía que fomentan o son escuelas de los más bajos sentimientos del hombre: la ira, venganza, desprecio por la vida humana, abusos sexuales, entre muchos otros, es decir, son escuelas de todos los contravalores imaginables que contribuyen a denigrar instituciones que son pilar de la convivencia humana.
A favor del medio conocido como internet, puede señalarse que si puede calificarse como un medio de comunicación por cuanto pueden establecerse relaciones de comunicación horizontal y simétrica, representando modos e interconexión humana a distancia que posibilita la construcción de una auténtica sociedad civil, ampliando las interrelaciones personales sin disminuir la privacidad y la intimidad.
Estos medios por supuesto que implican riesgos, para el hombre en sociedad, ya que pueden convertirse en instrumentos de adoctrinamiento y de control social mediante la manipulación que se da en la selección y presentación de noticias, de películas, etc., y sobre todo en la publicidad. Publicidad insolidaria que vende de forma positiva las diferencias sociales, que discrimina y por tanto crea en la mente del individuo la necesidad de cambiar a una posición ideológica que se contrapone al avance positivo de la sociedad.
Ante la avalancha de noticias, a veces contradictorias, y de mensajes publicitarios más o menos manipuladores, como influencias en ideas y actitudes ante la vida, procedentes de prensa, radio, televisión o internet, es preciso para que todo ello no redunde en desconocimiento y confusión, un discernimiento de lo que la persona, el niño o el joven, en un período aún de maduración personal, puede asumir. Para ello es preciso que sepa adoptar una actitud crítica y reflexiva, capaz de seleccionar y valorar tal cantidad de ideas que se cuelan por los sentidos, para elegir lo bueno, lo educativo, lo valioso, lo que le ayude a crecer como persona y le prepare para la vida social, es decir, lo que contribuya a su educación, de modo que su información y entretenimiento no le resulten nocivos, ni a ellos ni a la sociedad.
Todo esto, tomando en cuenta que los medios de comunicación social constituyen en nuestra sociedad un nuevo y poderoso agente de enseñanza y educación que en relación con los agentes tradicionales de enseñanza y educación como familia, escuela, agentes intermedios (sociedad) han venido en alguna medida a sustituirlos o suprimirlos, o en todo caso, a modificar sustancialmente su influencia tradicional.
Tales nuevos medios de educación, las tic, son ambivalentes, pues, pueden ser educativos o no educativos, debido a que el exceso de información o su manipulación pueden llevar a la confusión y a la desorientación, pueden educar o deseducar, ya que si en general responden a una concepción hedonista de la vida, al mismo tiempo proporcionan la posibilidad de una interconexión humana a distancia que hace posible la construcción de una auténtica sociedad civil. Para que la avalancha de información no degenere en desconocimiento y confusión es preciso una ética de los medios de comunicación, por una parte y una evaluación y supervisión por parte de todas las instituciones, tanto políticas, sociales, religiosas, etc., y así pode continuar la globalización o mundialización de aspectos esenciales para todas las sociedades, tales como: ciencia, cultura, educación, economía, entre otros.
·
Defender la libertad de prensa donde quiera que se impugne en
las Américas.
·
Proteger los intereses de la prensa en las Américas.
·
Defender la dignidad, los derechos y las responsabilidades del
periodismo.
·
Alentar normas elevadas de profesionalismo y conducta
empresarial.
·
Promover el intercambio de ideas e información que contribuye al
desarrollo técnico y profesional de la prensa.
·
Alentar un conocimiento amplio y un mayor intercambio de
información entre los pueblos de las Américas en apoyo a los principios básicos
de una sociedad libre y de la libertad individual.
La simiente de la SIP comenzó
a fecundar en 1926, año en que el Primer Congreso Panamericano de Periodistas,
celebrado en Washington D.C. aprobó una resolución que recomendaba la
constitución de un organismo interamericano permanente de periodistas.
Esta resolución, sin embargo, quedó olvidada hasta 1942, en México, cuando al siguiente Congreso Panamericano también se le llamó “primero” y se decidió crear una Comisión Permanente.
Esta resolución, sin embargo, quedó olvidada hasta 1942, en México, cuando al siguiente Congreso Panamericano también se le llamó “primero” y se decidió crear una Comisión Permanente.
Conferencias posteriores
en Caracas, Bogotá y Quito establecieron la organización con su nombre actual y
aprobaron los Estatutos y Reglamentos de la misma.
Al inicio fue una
organización latinoamericana. En 1946 varios editores y directores fundaron un
grupo en Estados Unidos.
El año 1950 significó un
cambio de dirección en la SIP.
Hasta esa fecha las
conferencias fueron auspiciadas y financiadas por los gobiernos anfitriones;
los votos correspondían a cada país y muchos de los miembros no eran
periodistas.
Los delegados efectuaron
cambios fundamentales y adoptaron nuevas reglamentaciones que eliminaron los
auspicios. Desde entonces la SIP depende
de fondos provenientes de sus miembros y de donaciones de Fundaciones.
Los socios de la SIP son las publicaciones o
cadenas de periódicos.
En la actualidad los
delegados representan a sus publicaciones y cada una de estas tiene derecho a
un voto.
Hoy la SIP está compuesta por 1.300 publicaciones afiliadas, con un
total de circulación por sobre los 43 millones de ejemplares en papel y un
número creciente de lectores por Internet. El principal evento anual de la SIP es la Asamblea General
la que conforme a sus Estatutos se celebra cada año en el mes de octubre,
alternando su sede entre Iberoamérica y Norteamérica.
Destacados hombres públicos
y presidentes de todos los países del hemisferio occidental, complementan la
agenda de la Asamblea ,
donde se analiza la situación de la libertad de prensa de la región.
Paneles con participación
de académicos e intelectuales, incluyendo a Premios Nóbel le dan realce al
evento. Además, en el mes de marzo, la SIP realiza su Reunión de Medio Año, que sigue un esquema muy
similar a la
Asamblea General. En ambas reuniones participan cientos de
delegados.
Un debate
imprescindible en la Cumbre
del Movimiento de Países No Alineados
Proyectos promovidos…
Democratizar la
información
Por: Aram
Aharonian | Domingo,
27/08/2006 08:37 PM | http://www.aporrea.org/medios/a24781.html
Ya se cumplen 26 años desde que En correspondencia con esa afirmación, los No Alineados exigieron, a partir de ese momento, avanzar hacia la concreción de un Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI), fundamental para la edificación de un Nuevo Orden Internacional de la información y
El informe fue aceptado por consenso en
El Informe McBride, al dar cuenta de la desigualdad en el acceso a los bienes culturales por parte de los países del Tercer Mundo, advertía que los países en desarrollo, que tienen las tres cuartas partes de la población mundial, sólo disponen de la mitad de los periódicos del total mundial, que ocho países o territorios de Africa y tres países árabes no tienen ni un solo diario, que un gran número de países no tenían televisión y en otros ésta estaba limitada a centros urbanos, y que n los países en desarrollo apenas tenían el 5% de la capacidad de computadora del mundo.
Asimismo marcaba cinco aspectos: la unidireccionalidad de la comunicación, la concentración vertical y horizontal, la trasnacionalización, la alineación informativa y la democratización de la misma. En la actualidad esta realidad que se describió hace 26 años sigue existiendo con las mismas características en el terreno comunicativo nacional e internacional. Para transformar la verticalidad de la comunicación, es necesario acelerar la participación creciente de un mayor número de personas en las actividades de comunicación, para facilitar el progreso de las tendencias a la democratización de todo el proceso de comunicación y una expansión de las corrientes de información pluridireccionales, procedentes de una multitud de fuentes: hacia arriba, hacia abajo y horizontalmente.
Ya hace más de cinco lustros el informe señalaba la necesidad de tomar medidas jurídicas eficaces para: a) limitar la concentración y la monopolización; b) conseguir que las empresas transnacionales acaten los criterios y las condiciones especificas definidos en la legislación y en la política de desarrollo nacionales; c) invertir la tendencia a la reducción del número de responsables cuando esta aumentando la eficacia de la comunicación y la dimensión del público; d) reducir la influencia de la publicidad sobre la redacción y los programas de radiodifusión; y e) perfeccionar los modelos que permiten fortalecer la independencia y la autonomía de los órganos de información en materia de gestión y de política de redacción, independientemente que sean privados o públicos .
En cuanto a la trasnacionalización señalaba que ésta ha afectado prácticamente a todo el sector de la comunicación, de forma que la producción, los servicios y los mercados periféricos son controlados mayoritariamente por los centros hegemónicos .
Los derechos humanos no puede existir sin la libertad de palabra, de prensa, de información, y de reunión. La transformación de esas libertades en un derecho individual o colectivo más amplio a comunicar es un principio evolutivo en el proceso de democratización .
Datos actuales demuestran que la desigualdad cultural amplió su brecha a niveles no previstos en el riguroso Informe, ya que El 87 por ciento de las ganancias obtenidas en la producción de bienes culturales, se las reparten EE.UU. (55%),
De los 550 millones de computadoras que hay en el mundo, poco más de la mitad están en Estados Unidos, Japón, Alemania, Inglaterra y Francia. Algo más de dos tercios del total mundial de usuarios de Internet -320 millones- corresponden a esos mismos cinco países. Y del total mundial de "internautas" el 57% está en Estados Unidos, mientras que en Latinoamérica está sólo el 1%.
Con el rescate de los postulados básicos que promovió el Informe MacBride se debe replantear la construcción de un nuevo orden mundial de la información que equilibre los enormes desajustes comunicativos y culturales
Entre la dictadura mediática y la democracia
Sin dudas, el tema de los medios de comunicación tiene que ver con el futuro de nuestras democracias. Hoy en día, en todo el mundo en desarrollo, la dictadura mediática quiere suplantar a la dictadura militar. Son los grandes grupos económicos que usan a los medios y deciden quien tiene o no la palabra, quien es el protagonista y el antagonista. El que más vocifera contra los cambios de nuestras sociedades, contra los cambios de modelo económico, social, político, contra las transformaciones culturales, es quien logra más pantalla, mientras las grandes mayorías siguen afónicas, sin voz ni imagen.
Lo cierto es que aún no hemos asumido que el discurso comercial -bombardeado a través de información, publicidad y cultura de masas o recreación, con un mismo envase, disfrazado de realidad o de hechos naturales- es también un discurso ideológico, agresivo, limitante de nuestra libertad de ciudadano.
Tener una televisora nueva en América Latina puede no ser más que un saludo a la bandera. Porque una nueva televisión sin contenidos nuevos, no servirá absolutamente para nada.
Pese a los enormes progresos realizados por la humanidad en el ámbito del conocimiento y la tecnología, la mayoría de las personas siguen viviendo en condiciones desastrosas. La desigual distribución de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) y la falta de acceso a la información que tiene una gran parte de la población mundial, fenómenos que suelen denominarse brecha digital, son de hecho una expresión de nuevas asimetrías en el conjunto de brechas sociales existentes.
Estas asimetrías incluyen las brechas entre el Norte y el Sur, los ricos y los pobres, los hombres y las mujeres, las poblaciones urbanas y rurales, aquellos que tienen acceso a la información y aquellos que carecen del mismo.
Combatir todas las formas de discriminación, exclusión y aislamiento que padecen los diferentes grupos y
comunidades marginadas y vulnerables exige algo más que el simple despliegue de tecnologías. Exige cambios estructurales de nuestras propias sociedades para volverlas más democráticas, equitativas, justas.
Nuestra total participación en las sociedades de la información y la comunicación requiere que rechacemos en un nivel fundamental la promoción de las TIC para el desarrollo orientado al mercado y basado únicamente en la búsqueda de rédito económico.
Las sociedades del Sur sabemos bien de la necesidad de adoptar decisiones tecnológicas con el fin de atender a necesidades humanas esenciales y no sólo para enriquecer a las empresas o hacer posible el control antidemocrático de los gobiernos.
La erradicación de la pobreza y el combate de las desigualdades deben ser prioridades de la humanidad, pero sobre todo para aquellos que vivimos en el Sur. Para ello debe permitirse a las personas que viven en extrema pobreza, contribuir con sus experiencias y conocimientos para un diálogo que involucre a todas las partes. Asimismo, es importante mejorar el acceso local a la información relevante en un contexto específico, impulsar la formación en TIC y asignar recursos financieros.
Se trata de retomar el paradigma de la solidaridad. En tanto la humanidad es una e indivisible, urge que los pueblos cultiven un sentido profundo de responsabilidad por el destino del planeta y el bienestar de toda la familia humana, siendo asimismo necesario que las personas y comunidades, así como los gobiernos, desarrollen una conciencia global y un sentido de ciudadanía mundial.
El acceso, la participación
El acceso a la información y a los medios de información, en tantos bienes públicos y globales, debe ser participativo, universal, inclusivo y democrático. Debe eliminarse cualquier desigualdad de acceso en términos de brecha Norte/Sur, así como de desigualdad entre las naciones desarrolladas y menos desarrolladas. Los obstáculos que hay que superar son de naturaleza económica, educativa, técnica, política, social, étnica y de edad, y en todas ellas van incorporadas desigualdades de género que deben atacarse específicamente. Casi nada.
Las tecnologías de la información centradas en las personas pueden facilitar la erradicación de enfermedades y epidemias y contribuir a que las personas tengan comida, abrigo, libertad y paz. De la misma forma pueden contribuir a los esfuerzos para alfabetizar, educar e investigar pues solo pueblos informados y educados pueden acceder y participar eficazmente en las sociedades del conocimiento.
Pero los puntos de mayor polémica han sido siempre sobre el papel de los medios de comunicación en la sociedad de la información, la gobernanza de Internet, los derechos de propiedad intelectual, la llamada "seguridad de la información" y el financiamiento para el desarrollo de las TIC.
Los impactos sociales de la tecnología no son neutros como sostienen los defensores de las visiones tecnológico-mercantiles, por lo que se hace importante elegir las mejores opciones técnicas que beneficien a la sociedad en su conjunto, cuidando que estas se conciban y apliquen de manera participativa, para impedir o reducir al mínimo sus impactos negativos.
Las principales áreas de preocupación de la sociedad civil son la justicia social y el desarrollo sostenible centrado en el ser humano, la universalidad, la interrelación y la interdependencia de todos los derechos humanos -civiles, políticos, económicos, sociales y culturales-, incluidos el derecho al desarrollo y los derechos lingüísticos, y la cultura, el conocimiento y el dominio público.
La diversidad cultural y lingüística implica tener la capacidad de expresarse, en su propio idioma, en todo momento, por cualquier medio, incluidos los medios de comunicación tradicionales y las TIC, que bien pueden utilizarse para reducir brechas culturales y lingüísticas, en lugar de agudizarlas, como lo vienen haciendo cuando refuerzan el predominio de los idiomas basados en el alfabeto latino (sobre todo el inglés), marginando idiomas locales, regionales y minoritarios.
La privatización del conocimiento amenaza con restringir la disponibilidad de los conocimientos de dominio público. En lugar de ampliar y favorecer la divulgación de los conocimientos mundiales, los últimos avances tecnológicos están privatizando cada vez más la información, en tanto que la participación del sector privado en la investigación científica ha fomentado la creación de patentes y la privatización de los conocimientos científicos que han dejado de ser de dominio público. En el caso de los pueblos indígenas, se han registrado muchos intentos de comercializar y explotar conocimientos indígenas tradicionales sin consultar a las comunidades, que son las legítimas propietarias de dicho conocimiento.
La libertad de expresión y la libertad de los medios de comunicación desempeñan una función fundamental en la producción, recopilación y distribución de contenido diverso que integre a todos los ciudadanos y que permita la participación activa de éstos, y son la esencia de cualquier modelo de sociedad de la información y la comunicación.
Las consideraciones –o excusas- en materia de seguridad no deben menoscabar la libertad de expresión y de los medios de comunicación. El pluralismo y la diversidad de los medios deben garantizarse mediante una legislación adecuada. Los medios comunitarios gestionados por las comunidades y basados en la sociedad civil, tienen una función especial que desempeñar a la hora de posibilitar el acceso y la participación de todos y todas, en particular de las comunidades más pobres y marginadas, en las sociedades de la información y la comunicación. Es absolutamente fundamental la existencia de un marco jurídico y reglamentario que proteja y promueva los medios de comunicación comunitarios y a su vez garantice el acceso de los grupos más vulnerables a la información y la comunicación.
Las nuevas tecnologías
La digitalización del sonido, la imagen y la data, y su transmisión a través de Internet marcan esta revolución que conjuga el teléfono con los medios masivos, el poder de procesamiento y la digitalización de la información. El espíritu libertario que la impregnó, incubado al amparo de las universidades, forjó la comunidad de hackers y creó al software libre. Filosofía y tecnología crecieron al amparo y en paralelo con la red, nutriéndola en el proceso que está causando una fuerte reacción.
Hoy, el impacto de las nuevas tecnologías cambia radicalmente la relación de las ideas y el conocimiento con el soporte de distribución. Hoy la información digitalizada es incontable y ubicua, y su costo marginal de reproducción y distribución es nulo. Una vez creada y digitalizada, una obra intelectual puede ser copiada, distribuida, accedida y disfrutada por millones de personas al mismo tiempo sin que se note diferencia entre el original y las copias, sin que siquiera haya un costo marginal derivado de este disfrute.
Entonces, pareciera anacrónico imponer restricciones a la difusión de
En una sociedad donde el conocimiento es propiedad privada, las desigualdades educativas se profundizan, incrementan y cada persona tiene acceso solamente a lo que puede pagar: esa es la base de una sociedad capitalista, injusta y desigual. La educación, ¿es un derecho o un servicio comercial?
El signo más relevante en nuestros países es el de la concentración y la trasnacionalización de la economía en general y de las industrias culturales en particular. Fusiones, asociaciones y todo género de alianzas entre las grandes relaciones de propiedad y de poder a escala mundial, con incidencia directa en las industrias locales, el control de los mercados, el empleo, las tecnologías de producción y comercialización y el diseño de la programación y los contenidos producidos.
Un trabajo de Unesco-Cerlalc sostenía recientemente que "del mismo modo que la biodiversidad, es decir, la inmensa variedad de formas de vida desarrolladas durante millones de años, es indispensable para la supervivencia de los ecosistemas naturales, los ecosistemas culturales, compuestos por un complejo mosaico de culturas necesitan de la diversidad para preservar su valioso patrimonio en beneficio de las generaciones futuras".
La diversidad cultural se construye a partir de la memoria y el hábitat de los distintos grupos sociales, comunidades o naciones, así como los autores y creadores que desde lo individual los representan.
La globalización y la transnacionalización, en cambio, suponen una hegemonía o una dominación económica, a la par que cultural, que amenaza dicha diversidad.
Se sabe que la importancia de la industria audiovisual no radica solamente en los miles de millones de dólares que moviliza la producción y la comercialización de películas y programas y televisivos –que para EEUU representa más de 50 mil millones de dólares al año- sino también las posibilidades que tiene el mismo lenguaje audiovisual para inducir al disfrute de una comedia, un videoclip o una película de efectos especiales, junto a la incentivación del consumo de muchos otros productos, además de las ideas y valores que subyacen en las imágenes y el sonido.
Hollywood no sólo vende películas sino sistemas de vida, razón por la que merece una importancia estratégica para la política de Washington y para quienes controlan la economía estadounidense. Un ejemplo actual es el terrorismo mediático lanzado sobre todo el mundo, a lo que podría agregarse que cuando los grandes estudios necesitan del respaldo político del Estado, también son rápidamente complacidas.
Debemos tener en claro que hemos sido entrenados para pensar que comunicación alternativa significa comunicación marginal. Pero hoy debemos cambiar estos paradigmas y asumir que la única forma de plantearse la batalla de las ideas, es con una estrategia comunicacional masiva, que sea realmente alternativa al bombardeo constante, hegemónico, que nos llega desde el Norte.
Los medios comunitarios son un paso en la dirección de la democratización, pero por sí mismos no son suficientes. Podemos tener centenares de medios comunitarios, pero si el 93% de la audiencia está controlada por una estructura monopólica de los medios corporativos, comerciales, será poco lo que habremos avanzado en la dirección de la democratización.
Medios alternativos, masivos
Esta América Latina -que bastante ha cambiado en el último lustro- está pariendo nuevas formas de integración, superando los modelos meramente económico-comerciales. Y dentro de todas esas cosas que creíamos imposibles hace apenas cinco años, surge un proyecto de integración comunicacional:
Telesur es, sin dudas, un proyecto político y estratégico. Después de décadas de progresivo vaciamiento –y privatización- de los Estados nacionales, éstos, impulsados por colectivos cada vez más maduros políticamente, recobraron su papel para impulsar la construcción de un medio de comunicación audiovisual hemisférico, con la misión de difundir una versión real de la diversidad social y cultural de América Latina y el Caribe, para ofrecerla al mundo.
El objetivo es el desarrollo y la puesta en funcionamiento de una estrategia comunicacional televisiva hemisférica de alcance mundial que impulse y consolide los procesos de cambio y la integración regional, como herramienta de la batalla de las ideas contra el proceso hegemónico de globalización.
Telesur es una herramienta para coadyuvar a la integración latinoamericano-caribeña y a la vez la alternativa a la hegemonía comunicacional, al pensamiento y la imagen únicas.
No se trata solo de una herramienta, sino de retomar, recobrar la palabra que había sido secuestrada durante más de tres décadas por dictadores, políticos corruptos y genuflexos ante el gran capital, y los eternos "expertos" que convalidaron el saqueo de nuestras naciones y quisieron convencernos de que con la entrega y la globalización todo iba a ir mejor. Gracias a ellos, una enorme parte de los latinoamericanos hoy están excluidos de la educación, de la atención sanitaria, de la simple vida ciudadana: son invisibles a las estadísticas y millones de ellos ni siquiera tienen documentación.
Desde hace décadas (la mayoría de) nuestros intelectuales y académicos habían hecho mutis por el foro, se refugiaron en puestos académicos o burocráticos, en parcelas de investigación, y dejaron la cosa pública en manos y, sobre todo en boca, de políticos y "expertos" que impusieron su potencial de ser los únicos profesionales de la palabra con derechos a dar visiones y versiones de la realidad. O mejor dicho, de una realidad acomodada a los intereses de los poderosos.
Hoy se quiere reducir la realidad a la actualidad de los noticieros de televisión, que cada día se van pareciendo más a las telenovelas. Es que tratan de desprendernos de nuestra historia, quieren borrar nuestras huellas para que no sepamos de dónde venimos. Si no sabemos de dónde venimos no sabremos a dónde ir, ni vamos a enterarnos de cuál es nuestro otro destino posible. Se vende la actualidad como si fuera un destino y es un destino armado, decía, al modo de una telenovela.
El futuro hay que imaginarlo. El fin de la historia nos condenó a padecer el futuro como una repetición del presente. Y nosotros nos oponemos a que la mera idea de que los latinoamericanos vayamos a ser meras sombras de cuerpos ajenos. Aquí la historia no terminó: recién está comenzando.
Estamos convencidos de que no hay ninguna forma de cambiar la realidad si no comenzamos a verla como es, porque para poder transformarla hay que empezar por asumirla. Ese es el problema mayor que tenemos los latinoamericanos: hemos estado ciegos de nosotros mismos. Eduardo Galeano dice que durante 513 años hemos sido entrenados para vernos con otros ojos, con ojos de extranjeros.
Hoy comenzamos a vernos con nuestros propios ojos, cansados de que nos expliquen quiénes somos, cómo somos, qué debemos hacer. Desde el Norte nos ven en blanco y negro –sobre todo en negro: solo aparecemos en las noticias si nos ocurre una desgracia- y, en realidad, somos un continente en technicolor. Comenzamos a vernos con nuestros propios ojos, a reconocernos, para poder integrarnos.
Se trata de recobrar la palabra, de recuperar la memoria, las tradiciones, nuestros propios conocimientos ancestrales. Es hora de despertar con esta nueva alborada. Es hora de mirarnos al espejo y pasar del eterno diagnóstico inmovilizador a la acción. Hay quienes dicen que otro mundo es posible. Nosotros, desde el Sur, hace muchos años que sabemos que otro mundo no es posible sino necesario, imprescindible, y que debemos construirlo todos los días, y todos juntos, unidos. La política de dominación y expoliación, ha sido, por 513 años, la de dividirnos. Y estamos convencidos que no podemos coadyuvar a este proceso de integración regional que avanza impulsado por nuestros estados y también por los movimientos sociales que impulsan la unidad, si no nos conocemos entre nosotros.
La cultura contemporánea empuja a la gente a la soledad y a la violencia. Hoy ser niño en una ciudad latinoamericana es muy difícil, porque el que no es preso de la necesidad está preso del miedo. Hay 15 millones de niños abandonados en nuestras ciudades, obligados a sobrevivir, al delito, que es, según Eduardo Galeano, la única forma de iniciativa privada que les está permitida. De cada tres niños que nacen en nuestra región, uno muere antes de los cinco años y la mayoría de los que sobreviven están condenados a ser delincuentes de seis, siete o 10 años, a morir de bala o de droga. Y los otros niños están presos del miedo en sus casas, por una televisión que los atrapa en su imposibilidad de hacer, por el miedo de nacer, a vivir, a cambiar, a caminar con las propias piernas. Esta televisión que forma consumidores, te amaestra para la parálisis y después te venden las muletas.
Sabemos que desde el Norte, nos bombardean con una gran cantidad de información-basura que solo sirve para desinformarnos y sentirnos dependientes . Sabemos de Chechenia, pero no conocemos siquiera nuestro reflejo y muchos menos a nuestros vecinos.
No creemos en la esperanza a medida, dogmática. Creemos en la esperanza viva, en la vida. Por eso Telesur: un canal para tender nuevos puentes, para construir espacios de integración, de encuentro, de afectos. Es un lugar para descubrirnos, querernos y reinventarnos a través de una lente propia, escapando de los estereotipos que nos han enmarcado las miradas de otros. Con un lenguaje propio, con una identidad visual que nos permita mirarnos desde una perspectiva diferente: la nuestra.
Frente al intento de imponer un pensamiento, un mensaje, una imagen únicos, Telesur surge en plural, reivindicando el nosotros, el sueño colectivo de una América.
Lo grave es tener la verdad y compartirla apenas con uno mismo. La información que nos llega está contaminada con una serie de medias verdades demostrables factualmente, tergiversación, manipulación.
Telesur es una estructura de alcance mundial y alta calidad para la transmisión de contenidos progresistas, para ofrecer las realidades del continente de forma inmediata, veraz, creíble, balanceada, contextualizada, que favorezca matrices de opinión favorables a la integración de nuestros pueblos, de difundir perspectivos diversas y plurales en torno a los grandes temas y preocupaciones que afectan a los colectivos, para el fomento del debate y la conciencia crítica ciudadana.
Se trata de promover la diversidad cultural a fin de fortalecer la memoria histórica y la identidad colectiva de nuestros pueblos, de fomentar la participación protagónica, organización y articulación de los pueblos mediante la creación de espacios para la difusión de las voces de nuestras organizaciones sociales. Se trata de democratizar la producción de contenidos para garantizar esa diversidad y pluralidad.
Hay quienes se "preocupan" por la independencia política y editorial de Telesur. Incluso,
Pero eso era obvio y esperable: comenzamos a desalambrar los latifundios mediáticos latinoamericanos en el camino de la democratización del espectro televisivo en nuestra región. Era obvio y esperable: después de 513 años se está terminando la afonía de las mayorías, y aquellos que nunca tuvieron voz ni imagen hoy las comienzan a tener.
Sabíamos que otro tipo de comunicación era necesario, imprescindible, urgente. Pero muchos dudaban de que fuera posible. Hoy Telesur es, precisamente, la demostración de la factibilidad de un medio alternativo al mensaje hegemónico del Norte. Masivo y no marginal. Por ello la meta debe ser crear muchos telesures, en el camino de la democratización del espectro televisivo, en la necesidad de afianzar nuestras democracias y hacerlas más justas, equitativas, participativas, diversas y plurales. Democracias con todos y para todos, con ciudadanos informados y con conciencia crítica.
strategia comunicacional masiva, que sea realmente alternativa al bombardeo constante, hegemónico, que nos llega desde el Norte.
Los medios comunitarios son un paso en la dirección de la democratización, pero por sí mismos no son suficientes. Podemos tener centenares de medios comunitarios, pero si el 93% de la audiencia está controlada por una estructura monopólica de los medios corporativos, comerciales, será poco lo que habremos avanzado en la dirección de la democratización.
Medios alternativos, masivos
Esta América Latina -que bastante ha cambiado en el último lustro- está pariendo nuevas formas de integración, superando los modelos meramente económico-comerciales. Y dentro de todas esas cosas que creíamos imposibles hace apenas cinco años, surge un proyecto de integración comunicacional:
Telesur es, sin dudas, un proyecto político y estratégico. Después de décadas de progresivo vaciamiento –y privatización- de los Estados nacionales, éstos, impulsados por colectivos cada vez más maduros políticamente, recobraron su papel para impulsar la construcción de un medio de comunicación audiovisual hemisférico, con la misión de difundir una versión real de la diversidad social y cultural de América Latina y el Caribe, para ofrecerla al mundo.
El objetivo es el desarrollo y la puesta en funcionamiento de una estrategia comunicacional televisiva hemisférica de alcance mundial que impulse y consolide los procesos de cambio y la integración regional, como herramienta de la batalla de las ideas contra el proceso hegemónico de globalización.
Telesur es una herramienta para coadyuvar a la integración latinoamericano-caribeña y a la vez la alternativa a la hegemonía comunicacional, al pensamiento y la imagen únicas.
No se trata solo de una herramienta, sino de retomar, recobrar la palabra que había sido secuestrada durante más de tres décadas por dictadores, políticos corruptos y genuflexos ante el gran capital, y los eternos "expertos" que convalidaron el saqueo de nuestras naciones y quisieron convencernos de que con la entrega y la globalización todo iba a ir mejor. Gracias a ellos, una enorme parte de los latinoamericanos hoy están excluidos de la educación, de la atención sanitaria, de la simple vida ciudadana: son invisibles a las estadísticas y millones de ellos ni siquiera tienen documentación.
Desde hace décadas (la mayoría de) nuestros intelectuales y académicos habían hecho mutis por el foro, se refugiaron en puestos académicos o burocráticos, en parcelas de investigación, y dejaron la cosa pública en manos y, sobre todo en boca, de políticos y "expertos" que impusieron su potencial de ser los únicos profesionales de la palabra con derechos a dar visiones y versiones de la realidad. O mejor dicho, de una realidad acomodada a los intereses de los poderosos.
Hoy se quiere reducir la realidad a la actualidad de los noticieros de televisión, que cada día se van pareciendo más a las telenovelas. Es que tratan de desprendernos de nuestra historia, quieren borrar nuestras huellas para que no sepamos de dónde venimos. Si no sabemos de dónde venimos no sabremos a dónde ir, ni vamos a enterarnos de cuál es nuestro otro destino posible. Se vende la actualidad como si fuera un destino y es un destino armado, decía, al modo de una telenovela.
El futuro hay que imaginarlo. El fin de la historia nos condenó a padecer el futuro como una repetición del presente. Y nosotros nos oponemos a que la mera idea de que los latinoamericanos vayamos a ser meras sombras de cuerpos ajenos. Aquí la historia no terminó: recién está comenzando.
Estamos convencidos de que no hay ninguna forma de cambiar la realidad si no comenzamos a verla como es, porque para poder transformarla hay que empezar por asumirla. Ese es el problema mayor que tenemos los latinoamericanos: hemos estado ciegos de nosotros mismos. Eduardo Galeano dice que durante 513 años hemos sido entrenados para vernos con otros ojos, con ojos de extranjeros.
Hoy comenzamos a vernos con nuestros propios ojos, cansados de que nos expliquen quiénes somos, cómo somos, qué debemos hacer. Desde el Norte nos ven en blanco y negro –sobre todo en negro: solo aparecemos en las noticias si nos ocurre una desgracia- y, en realidad, somos un continente en technicolor. Comenzamos a vernos con nuestros propios ojos, a reconocernos, para poder integrarnos.
Se trata de recobrar la palabra, de recuperar la memoria, las tradiciones, nuestros propios conocimientos ancestrales. Es hora de despertar con esta nueva alborada. Es hora de mirarnos al espejo y pasar del eterno diagnóstico inmovilizador a la acción. Hay quienes dicen que otro mundo es posible. Nosotros, desde el Sur, hace muchos años que sabemos que otro mundo no es posible sino necesario, imprescindible, y que debemos construirlo todos los días, y todos juntos, unidos. La política de dominación y expoliación, ha sido, por 513 años, la de dividirnos. Y estamos convencidos que no podemos coadyuvar a este proceso de integración regional que avanza impulsado por nuestros estados y también por los movimientos sociales que impulsan la unidad, si no nos conocemos entre nosotros.
La cultura contemporánea empuja a la gente a la soledad y a la violencia. Hoy ser niño en una ciudad latinoamericana es muy difícil, porque el que no es preso de la necesidad está preso del miedo. Hay 15 millones de niños abandonados en nuestras ciudades, obligados a sobrevivir, al delito, que es, según Eduardo Galeano, la única forma de iniciativa privada que les está permitida. De cada tres niños que nacen en nuestra región, uno muere antes de los cinco años y la mayoría de los que sobreviven están condenados a ser delincuentes de seis, siete o 10 años, a morir de bala o de droga. Y los otros niños están presos del miedo en sus casas, por una televisión que los atrapa en su imposibilidad de hacer, por el miedo de nacer, a vivir, a cambiar, a caminar con las propias piernas. Esta televisión que forma consumidores, te amaestra para la parálisis y después te venden las muletas.
Sabemos que desde el Norte, nos bombardean con una gran cantidad de información-basura que solo sirve para desinformarnos y sentirnos dependientes . Sabemos de Chechenia, pero no conocemos siquiera nuestro reflejo y muchos menos a nuestros vecinos.
No creemos en la esperanza a medida, dogmática. Creemos en la esperanza viva, en la vida. Por eso Telesur: un canal para tender nuevos puentes, para construir espacios de integración, de encuentro, de afectos. Es un lugar para descubrirnos, querernos y reinventarnos a través de una lente propia, escapando de los estereotipos que nos han enmarcado las miradas de otros. Con un lenguaje propio, con una identidad visual que nos permita mirarnos desde una perspectiva diferente: la nuestra.
Frente al intento de imponer un pensamiento, un mensaje, una imagen únicos, Telesur surge en plural, reivindicando el nosotros, el sueño colectivo de una América.
Lo grave es tener la verdad y compartirla apenas con uno mismo. La información que nos llega está contaminada con una serie de medias verdades demostrables factualmente, tergiversación, manipulación.
Telesur es una estructura de alcance mundial y alta calidad para la transmisión de contenidos progresistas, para ofrecer las realidades del continente de forma inmediata, veraz, creíble, balanceada, contextualizada, que favorezca matrices de opinión favorables a la integración de nuestros pueblos, de difundir perspectivos diversas y plurales en torno a los grandes temas y preocupaciones que afectan a los colectivos, para el fomento del debate y la conciencia crítica ciudadana.
Se trata de promover la diversidad cultural a fin de fortalecer la memoria histórica y la identidad colectiva de nuestros pueblos, de fomentar la participación protagónica, organización y articulación de los pueblos mediante la creación de espacios para la difusión de las voces de nuestras organizaciones sociales. Se trata de democratizar la producción de contenidos para garantizar esa diversidad y pluralidad.
Hay quienes se "preocupan" por la independencia política y editorial de Telesur. Incluso,
Pero eso era obvio y esperable: comenzamos a desalambrar los latifundios mediáticos latinoamericanos en el camino de la democratización del espectro televisivo en nuestra región. Era obvio y esperable: después de 513 años se está terminando la afonía de las mayorías, y aquellos que nunca tuvieron voz ni imagen hoy las comienzan a tener.
Sabíamos que otro tipo de comunicación era necesario, imprescindible, urgente. Pero muchos dudaban de que fuera posible. Hoy Telesur es, precisamente, la demostración de la factibilidad de un medio alternativo al mensaje hegemónico del Norte. Masivo y no marginal. Por ello la meta debe ser crear muchos telesures, en el camino de la democratización del espectro televisivo, en la necesidad de afianzar nuestras democracias y hacerlas más justas, equitativas, participativas, diversas y plurales. Democracias con todos y para todos, con ciudadanos informados y con conciencia crítica.
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