lunes, 5 de octubre de 2015

El periodista y el profesional de protocolo VIERNES, 21 DE MARZO DE 2014 09:22 JUAN JOSÉ FEIJOO FIRMAS - JUAN JOSÉ FEIJOO JUAN JOSÉ FEIJOO (revista protocolo.com de España) Están irremisiblemente condenados a cohabitar en el mismo espacio. A compartir la misma escena, aunque cada uno desarrollando su trabajo, perfectamente definido “a priori”. Estamos hablando de dos profesionales, el de la comunicación y el de la organización de eventos y protocolo. Hemos comentado en otras ocasiones que el periodista tiene una misión específica en un gabinete de comunicación, y el experto en protocolo, tiene otra. Sus trabajos son paralelos y en un momento determinado, confluyen. Lo que no se puede admitir es que un departamento de esos llamados eufemísticamente “Comunicación, Relaciones Institucionales o Externas o Públicas y Protocolo”, sea dirigido exclusivamente por un profesional de la información y sin que haya en el mismo ningún experto en Protocolo. Lamentablemente, esto que contamos se verifica en algunas instituciones y entidades. Traemos a colación este comentario, porque en las pasada Jornada de Trabajo Profesional que organizóla Asociaciónde Técnicos de Protocolo de Galicia, en el coloquio, salió precisamente este debate, muestra de la preocupación que existe en el colectivo a propósito de esta cuestión. Pero además se habló de cuando en un evento coincide el profesional de protocolo que organiza el mismo y el periodista, redactor y gráfico, que está cubriendo su desarrollo. A veces, no resulta fácil congeniar el trabajo de unos y otros, porque éste se materializa en el mismo espacio. Cualquier ceremonia conlleva una puesta en escena en la que es preciso acotar unos espacios para el norma desarrollo de la misma y en los que únicamente se mueven aquellas personas que tienen que estar allí y que por lo tanto protagonizan ese acto. Eso tienen que entenderlo los profesionales gráficos, pues su presencia en ese lugar implica una agresión a la estética del mismo. Eso si, hay que acondicionar un pool de medios para que tengan una zona cuasi privilegiada para hacer su trabajo y además aportarle cuanta documentación o incluso apoyos técnicos necesiten. Hoy más que nunca un evento tiene un importantísimo componente de comunicación, por lo que es fundamental su cobertura informativa y que se refleje en el mayor número posible de medios, de ahí la necesidad de esa convivencia, que a veces se convierte en connivencia, entre el periodista y el experto en protocolo. Y lo mismo sucede cuando ambos cohabitan en un mismo departamento como más arriba comentamos. Cada cual tiene una función distinta y perfectamente diferenciada. No tiene por qué haber invasión de competencias. Esa buena armonía, redunda en beneficio del resultado final de lo que se organice Protocolo y eventos SÁBADO, 15 DE JUNIO DE 2013 12:13 JUAN JOSÉ FEIJOO FIRMAS - JUAN JOSÉ FEIJOO Mucho se está hablando de un tiempo a esta parte de Protocolo, Eventos y Comunicación. La mejor muestra ha sido el reciente I Congreso Universitario que organizóla UCJCdel que ya nos hicimos eco y donde se abordaron las distintas perspectivas profesionales de nuestro ámbito, diferenciando el protocolo, los eventos y la comunicación, aunque todos acaban siendo convergentes, pues responden a idéntico objetivo: generar una imagen mediante la organización de un acto o evento. La percepción favorable de esa imagen que obtenga el público objetivo destinatario, es el éxito de nuestro trabajo. Un evento como tal acto implica una organización con su estrategia, logística y operativo y dentro del mismo, se contemplan una serie de acciones, algunas de las cuales tienen carácter protocolario y tales movimientos abarcan un ceremonial. Hasta aquí está claro que eventos y protocolo conviven. Y después está todo el entramado de la comunicación de ese evento. Todo ello, perfectamente ensamblado, permite producir un evento o un acto con todas las garantías de éxito, tanto a nivel interno como externo. Eficacia y eficiencia. Una sabia combinación que cada vez más es necesario conseguir para lograr eso que se llama la “excelencia” de un trabajo, y además en un mercado tan competitivo como el nuestro, además de tan atomizado. Hasta qué punto los eventos forman ya parte de nuestra singladura cotidiana, que la propia Asociación Española de Protocolo, como también aquí se dijo en REVISTA PROTOCOLO y así lo manifestó su presidente Juan Ángel Gato en el citado congreso, va a proponer una actualización de su denominación para incorporar la palabra eventos. La sociedad evoluciona y esa evolución afecta a su modus operandi como sucede en el cas de la gestión y organización de eventos. Cambian las tendencias, los gustos, se incorporan nuevas propuestas tecnológicas, el mercado demanda innovaciones que permitan una puesta en escena acorde con los nuevos tiempos. Pero también junto a ello, seguirá estando el protocolo fiel a su estilo que asimismo evoluciona y se adapta a esta nueva filosofía, por ello la convivencia es obligada. Quién está detrás de un evento? DOMINGO, 19 DE ENERO DE 2014 09:21 JUAN LUIS FUENTE FIRMAS - JUAN JOSÉ FEIJOO Esta pregunta requiere una respuesta en profundidad. Fundamentada y argumentada. Porque un acto o un evento no se organiza solo. Su puesta en escena es fruto de un trabajo en equipo donde cada uno sabe qué tiene qué hacer en función de su especialización. Es, además, un trabajo silencioso, anónimo y muchas veces, nada gratificante, salvo cuando al terminar, todo ha sido perfecto, armónico, ordenado y sin fisuras. Esto lo sabemos quienes nos dedicamos profesionalmente a la gestión y organización de eventos; una profesión en alza que exige una gran cualificación, pues en la tramoya de un acto se exige un alto rendimiento por parte del experto, dado que por lo general, ese evento tiene que generar una positiva imagen del promotor del mismo, o lo que es lo mismo, que el anfitrión que lo ha convocado, quede satisfecho y más aún sus invitados. El andamiaje de un acto requiere cuidar hasta los más mínimos detalles, puesto si falla alguno, se corre el riesgo de repercutir en el desarrollo final. Nos estamos ahora mismo acordando de lo que pasó con el reciente discurso de nuestro monarca con motivo de la celebración de la tradicional Pascua Militar y donde se explicó que el jefe del Estado había tenido dificultades para leer su discurso debido a que falló la iluminación del atril… La verdad, esto puede ocurrir, porque nadie puede evitar que en pleno acto se funda una bombilla o no funcione un micrófono, pero el profesional sabe que como es una probabilidad, lo mejor es tener a mano una alternativa. Recordemos nuestro slogan: preveer lo previsible. Por ello, cada vez que se vaya a organizar un evento, su gestión debe confiarse a profesionales reconocidos y preparados si se quieren evitar chapuzas, que suelen producirse en muchas ocasiones y, como quien dice, por ahorrarse unos euros y no contratar a personal especializado. Además, un buen profesional no sólo garantiza el éxito del acto en cuanto a una impecable organización, sino que incluso optimiza los recursos y evita gastos superfluos en la producción en los que incurren aquellos que desconocen los entresijos de este ámbito. Como hemos comentado en alguna otra ocasión, organizar una entrega de premios a priori parece que lo puede hacer cualquiera, pero garantizar que se lleve a cabo correctamente y dentro de la perfección requerida, solo está en manos de expertos capacitados, con experiencia y formación. Solo así conseguiremos darle credibilidad a lo que hacemos consolidaremos una profesión que ya ha dejado de ser emergente. Pasen y vean...! VIERNES, 14 DE FEBRERO DE 2014 11:28 JUAN JOSÉ FEIJOO FIRMAS - JUAN JOSÉ FEIJOO ¡Pasen y vean…!. Suena música de fanfarrias. La tonadilla es muy conocida. Los grandes focos proyectan un torrente de luz sobre la pista. Redobles y el director de pista anuncia el siguiente número. Estamos ante el espectáculo del circo, lo del “más difícil todavía”. Disculpen el ejemplo y sobretodo, el parangón. Pero es que a veces, algunas puestas en escena protocolarias tienen más de circense que de ceremonial puro y duro. Aquí, eso del “más difícil todavía”, se queda corto. Y no queremos entrar en otros detalles, pero, como en el circo, en el protocolo, también hay payasos y entre éstos, la parodia del clown y el que siempre recibe las tortas. Como ya sabrán, porque REVISTA PROTOCOLO se hizo eco del tema y también nuestro compañero Carlos Fuente en su Blog, se analizó concienzudamente lo acontecido, el último episodio donde podemos decir que predominaron mas las artes circenses que las protocolarias fue en Granada con ocasión de la entrega del X Premio Internacional de Poesía Ciudad de Granada, Federico García Lorca. No vamos a profundizar en la materia protocolaria, pues sería redundar sobre lo que ya se dijo. Tan sólo queremos resaltar con esta reflexión nuestra que esto de la organización de eventos y específicamente, el ceremonial y el protocolo, es algo que debe tomarse muy en serio. Nosotros, los profesionales, lo hacemos y si nosotros lo hacemos, por qué no lo hacen aquellos que, como tales actores sociales, participan en un acto cuyo desarrollo está perfectamente definido por a aplicación de unas normas, unos usos y unas costumbres y tradiciones. Resulta difícil en muchas ocasiones trabajar con estas circunstancias. Como decimos, un acto se lleva a cabo siguiendo unas pautas y aplicando unas reglas, sustentadas éstas en normativas y disposiciones legislativas. Quienes toman parte en ese acto, que no deja de ser una teatrocracia, sólo tienen que seguir el guión y éste lo elabora el profesional que lo organiza. No podemos dejar que sea interpretado al libre albedrío de esos actores. Ceñirse al libreto, es ceñirse a la norma y ceñirse a la norma es respetar el protocolo y evitar así confusiones y malentendidos. Somos conscientes que cuando participan políticos, éstos tienden a magnificar su presencia y cada cual quiere la mejor posición. Pero es que la posición, esto es, la precedencia, la establece la normativa y un político, lo hemos dicho hasta la saciedad, tiene que asumirla y cumplirla, porque precisamente su estatus está regulado por ley y su habitat es el entramado constitucional. Pues para que la política no se asemeje al circo, evitemos que situaciones como la más arriba apuntada, no vuelvan a producirse. Es posible que esto sea una quimera, pero tenemos que lograrlo, sobretodo por el bien de la credibilidad de nuestro trabajo. En un mundo global, una buena imagen-país es un activo que sirve para respaldar la posición internacional de un Estado política, económica, cultural, social, científica y tecnológicamente”. www.revistaprotocolo.es/

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