El Periodismo
Preventivo es una disciplina periodística que pretende analizar las
crisis y conflictos desde un punto de vista integral, desde sus orígenes hasta
su estallido y posteriores repercusiones. https://www.google.co.ve/search?hl=es-
U.c. Periodismo en Situación de Conflicto. 10-T Pfa.
A/M/Lemus. Módulo 5.
miércoles, 7 de diciembre de 2016
PERIODISMO PARA
Por Alice Peña Maldonado
https://noticierointernacional.wordpress.com/periodismo-de-la-paz-y-periodismo-preventivo/
La práctica periodística ha venido
desarrollando términos que permiten la construcción teórica de la información.
Es vasto el campo del periodismo. Pero es en el mundo de la guerra y
conflictos, así como de los desastres naturales y tecnológicos donde el
periodismo cumple la función de información ya sea orientada a la comunidad en
general pero sobre todo a las personas y ciudadanos que están estrechamente
vinculados con el hecho y fenómeno que se lleva a cabo en un espacio
territorial y tiempo histórico.
En el caso que nos ocupa: el periodismo para
la paz y el periodismo para la solidaridad, encontramos que ambos términos
pueden ser usados indistintamente. Existen cursos con dichos nombres y ambos se
orientan hacia lo que antes se denominama periodismo de la guerra.
Hoy es necesario hacer una distinción, ya sea
por razones didácticas o por observarse variantes eentre ambos.
Como profesora de
Si bien es cierto los temas ha tratar en
ambas materias es sobre situaciones mundiales y nacionales que llaman la
atención de multitudes se ponderá el papel del periodista, que con ética y
sentido de sensibilidad debe cumplir un rol no solo de intermediario sino de
maestro y compañero ante la situación que le corresponde cubrir de modo
competente y con conocimiento de causa del evento a difundir e informar.
Es innegable su tarea de educar, ya sea
porque cubre una guerra o un terremoto; de recordar la historia, sus causas y
consecuencias; de saberse ubicar frente a los acontecimientos y sobre todo ser
objetivo sin negar la subjetividad dada cuando el dolor humano es el principal
protagonista.
Veamos a continuación la complejidad de
eventos que un periodista encuentra cuando las agencias internacionales
difunden noticias vinculadas al tema del periodismo por la paz y preventivo.
¿Cómo debe enfrentar las noticias
y ejercer un periodismo de alto nivel y compromiso social? ¿Cómo prepararse
frente a los retos y desafíos que la misma dinámica periodística exige
prontitud, profundidad y ética? Como profesionales de la información debemos
reconocer que nuestro empeño de estudiar todos los días forma parte de nuestra
cotidianidad. Aquí no se puede improvisar. A continuación encontramos un cuadro
donde se caracteriza los dos tipos de Periodismos. Desde las definiciones de
sus objetivos, los sujetos de la acción: los corresponsales y los ciudadanos,
son algunos de los puntos que quiere llamar la atención pero sobre todo, llevar
a la reflexión al propio periodista ante su accionar: ¿Cómo favorecer y
construir un periodismo por
Medios comunitarios y alternativos
ejercen el periodismo de inclusión social
Por: YVKE
Mundial | Lunes, 27/06/2011 11:57 AM |
Francisco Jiménez, director de
Credito:
Felix González
Ernesto Morales, de
Credito:
Felix González
Freddy Gómez quien dirige el sitio Web El Quinto
Motor
Credito:
Felix González
La
fórmula para lograr el desarrollo sostenible de esta nueva forma comunicacional
tiene que ver con la materialización del poder popular, y este sólo es posible
en la medida en que las organizaciones de base se apropian de sus medios y
hagan comunicación dejando atrás el trabajo aislado
Prevención
del riesgo del periodista
Protocolo
para el ejercicio de la libertad de expresión en México : www.casede/org
Introducción. Los
altos niveles de violencia y delincuencia han afectado directamente los
derechos humanos y civiles en México. Asimismo, la relación entre impunidad y
corrupción en diferentes niveles del Estado mexicano, conforma un contexto
complejo de vulnerabilidad hacia quienes ejercen la libertad de expresión en
el país. Debido a esto, el ejercicio periodístico se ha convertido en una
profesión de alto riesgo.
Este Protocolo pretende constituirse en una guía para que
el usuario reconozca y desarrolle capacidades de protección y autoprotección,
con el objetivo de disminuir el contexto de vulnerabilidad en el que se encuentre.
En este sentido, el presente Protocolo presenta sugerencias prácticas.
Cabe señalar que el objetivo subyacente de este documento
es sensibilizar a sus lectores sobre las particularidades del contexto de
riesgo, así como de las capacidades que tienen para enfrentarlo. Por ello se
invita a leerlo con una perspectiva local, justamente donde cada persona puede
influir sobre su entorno y construir capacidades de resiliencia.
El Protocolo se sustenta en los talleres participativos
realizados en el marco del proyecto “Seguridad y libertad de expresión en
México”, instrumentado por el Colectivo de Análisis de
La retroalimentación de los asistentes a los talleres fue
fundamental para el contenido de este documento. Cabe agregar que entre los
participantes de cada ciudad se encontraron miembros del gremio periodístico,
de la sociedad civil, de la academia y del gobierno. En este sentido, el
presente trabajo busca fortalecer la conciencia sobre el potencial que tiene el
trabajar de forma colaborativa para desarrollar capacidades de protección y
autoprotección individual y colectiva. Asimismo, el protocolo contribuye a un
ejercicio participativo de corresponsa
RESILIENCIA
Es la capacidad que tiene una persona o grupo
de personas afines, para reaccionar ante condiciones adversas a través de la
construcción de mecanismos de autoprotección, logrando su adaptación y transformación
para hacer frente a riesgos y amenazas.
Objetivos
El propósito fundamental es crear condiciones de
prevención para evitar en la medida de lo posible acciones reactivas frente a una
agresión. Los objetivos particulares se pueden enlistar como sigue:
• Contribuir a proteger la integridad física de la persona
que ejerce la libertad de expresión;
• re-construir y fortalecer las capacidades ya existentes;
• aportar elementos que les ayuden a contrarrestar los
riesgos en sus entornos laboral, profesional, institucional, y en los espacios
privados para los periodistas y sus familias;
• establecer los múltiples vínculos que existen entre
factores de riesgo y factores de protección (vulnerabilidad y resiliencia);
• afirmar la corresponsabilidad entre los miembros del
gremio por su propia seguridad y la de su familia;
• promover la colaboración entre los diferentes actores
locales, estatales e incluso internacionales.
Por medio de lo anterior, la guía procura apoyar a la
persona que ejerce la libertad de expresión para que recupere y desarrolle sus
cualidades de enfrentarse y recuperarse de su entorno potencialmente inseguro,
con el efecto de transformarlo a su favor
Conflicto armado e
información: una reflexión sobre las reglas de conducta profesional
periodística que dicta el Acuerdo por la discreción
Yeny Serrano*
Universidad de Ginebra
(Suiza)
Dirección
para correspondencia
RESUMEN
En este artículo se
propone un análisis del texto del Acuerdo por la discreción firmado en 1999 por
32 directores de medios de comunicación para “elevar el nivel de
calidad y
responsabilidad en el cubrimiento y difusión de hechos violentos”. Se
analizan los factores
que impiden que este Acuerdo produzca cambios efectivos en la práctica
profesional informativa y se presenta un modelo (Lemieux, 2000) que tiene en
cuenta las variables que influyen en la producción del discurso informativo
mediático.
Palabras clave:
Información, Objetividad, Periodista, Medios de comunicación, Contrato de
información, Modelo de la acción.
Introducción
La cobertura informativa
que los medios de comunicación ofrecen del conflicto armado interno en Colombia
ha generado un sinnúmero de críticas. En noviembre de 1999, un grupo de 32
directores de medios de comunicación decidieron firmar el Acuerdo por la
discreción, con el fin de “elevar el nivel de calidad y responsabilidad en
el cubrimiento y
difusión de hechos violentos” (documento que se presenta al final del artículo como anexo),
esperando que cinco, ocho o diez años después se pudieran observar los primeros
cambios (Velásquez, Gutiérrez, 2001, p. 94). Sin embargo, casi seis años
después de haberse firmado el Acuerdo, diversas investigaciones (Abello, 2001;
Bonilla, 2002; Flores, Crawford, 2001; López de
¿Por qué a pesar de los
intentos y compromisos para mejorar la calidad de la información, se sigue
criticando la labor informativa de los medios de comunicación y más
específicamente de los periodistas? Nuestra hipótesis es que como conjunto de
reglas que pretenden modificar la práctica profesional, los seis puntos del Acuerdo
por la discreción no pueden ser efectivos, principalmente porque no describen
contingencias claras para regular el comportamiento profesional de los
periodistas y, en segundo lugar, porque desconocen las condiciones que a nivel
del medio de comunicación y a nivel del periodista como individuo determinan la
producción del discurso informativo.
Para el análisis que se
propone, en primer lugar se tendrán en cuenta algunas de las investigaciones
que han analizado el papel de los medios nacionales y regionales (prensa, radio
y televisión principalmente) en el cubrimiento del conflicto armado colombiano.
En segundo lugar se propone una revisión de los orígenes históricos del
periodismo para analizar el surgimiento de la “objetividad” como uno de los principales criterios
que se utilizan para juzgar la calidad informativa. Igualmente se discutirá el
trabajo informativo del periodista y su influencia “personal”
en el discurso de información. Por último se presentará el modelo de la acción, propuesto por
Lemieux (2000), como modelo alternativo para explicar y modificar el discurso
informativo que los profesionales de la información producen.
Con este artículo
procuramos poner de manifiesto que para formular críticas pertinentes a los
medios de comunicación y a los periodistas necesitamos comprender cómo
funcionan los medios y las limitaciones que estos deben afrontar en sus
relaciones con los actores armados (los que están al margen de la ley y
aquellos que representan al Estado) para cubrir el conflicto armado interno. No
podemos exigir a los medios de comunicación lo que no nos pueden ofrecer
(información “objetiva” y “veraz” respecto al conflicto armado). De
la misma forma, los medios de comunicación no deben comprometerse con algo que
no pueden cumplir. En este sentido, veremos como se hace necesario replantear
el “contrato de información” tácito que existe entre cada medio de comunicación
informativo y su audiencia. El debate sobre cuál deber ser la posición que “deben”
o “deberían” adoptar los medios de comunicación respecto al conflicto armado (favorecer la
legitimidad del Estado, respetar el pluralismo o dar a conocer el conflicto
armado, etc.) se verá enriquecido en la medida en que las expectativas,
respecto a lo que es la información, estén acordes a lo que el contexto
colombiano impone a los medios, a los actores armados y a los ciudadanos.
Conflicto armado en
los medios de comunicación y Acuerdo por la discreción
El conflicto armado
colombiano y su cobertura mediática han inspirado diversas investigaciones.
Muchas de ellas se realizaron durante las negociaciones de paz entre el
gobierno de Pastrana y las FARC, otras se realizaron después para analizar el
rol que los medios habían jugado en dichas negociaciones y algunas se han
preocupado por observar la forma como los medios de comunicación cubren las
acciones de los movimientos sociales.
Para comprender el papel
que los medios de comunicación juegan en el conflicto armado es necesario tener
en cuenta dos factores contextuales que condicionan su trabajo informativo. Por
un lado, los medios de comunicación son empresas que producen y ofrecen un
producto particular, en el caso de los medios se trata de la información, el
entretenimiento y la publicidad (Lochard, Boyer, 1998). Para asegurar la
rentabilidad económica de la empresa, ésta debe ofrecer un producto llamativo
que capte la atención del consumidor. En consecuencia los productos
(informativos, de entretenimiento o publicitarios) que los medios de
comunicación ofrecen están concebidos, entre otras razones, para llamar la
atención del público al que se dirigen. El problema, como lo han señalado
algunas de las investigaciones que se mencionarán a continuación, es que es el
rating el que “guía” la labor informativa de los medios, lo
cual en muchos casos
va en detrimento de la calidad informativa. Muy frecuentemente los medios de
comunicación consideran que tienen que ofrecer lo que el público quiere
consumir (Bonilla, 2001) y así se justifica la improvisación, el amarillismo o
la espectacularidad informativa que invaden las salas de redacción y de la que
muchos ciudadanos se quejan. En otras palabras, la “necesidad
comercial” de ser el
primer medio o periodista en tratar un acontecimiento no da tiempo para
verificar y contrastar la información ni para contextualizarla (López de
Por otro lado, la
situación de conflicto armado que vive el país hace que los medios de
comunicación sean el objeto de disputas y estrategias políticas y militares. No
sólo se trata de la instrumentalización que los actores armados (fuerzas
armadas, paramilitares y guerrillas) hacen de los medios (Bonilla, 2002), sino
también de la posición partidaria que algunos directores o periodistas consideran
que deben asumir. Un ejemplo de esta peligrosa posición es la declaración de un
antiguo Ministro de Defensa, Rómulo Gómez, en Noticias RCN, 7:00 p.m., el 18 de
agosto de 2000: “lo que pasa es que la ciudadanía tiene que creerle a la autoridad que nunca
miente, en lugar de creerle a los delincuentes que siempre mienten”
(Citado por López de
En estas condiciones es
apenas comprensible que la “información” no pueda ser “objetiva”, “veraz” ni
“equilibrada”. En realidad, la lógica de la comunicación en tiempos de guerra no es la misma, es
más, hasta puede ser contradictoria, que la lógica de la comunicación mediática
(Chaliand, 1992; Velásquez, Gutiérrez, 2001). Los actores armados, cuyo
objetivo principal no es informar a la ciudadanía sino llevar a cabo su guerra,
son al mismo tiempo las principales fuentes de información para los periodistas
que cubren el conflicto armado y si estos últimos no tienen presente que
constantemente son el blanco de las estrategias de comunicación militar implementadas
por los actores armados que buscan legitimar el conflicto y su propia imagen,
deslegitimando la del enemigo y buscando la simpatía de la población civil, las
narrativas informativas no serán más que la “transmisión de la
propaganda” concebida
por los actores armados. A este respecto Claude Moisy (2001) señala que los
ejércitos más que informar, comunican, porque cuando se trata de operaciones
militares, hay que admitir que las exigencias de transparencia de los medios de
comunicación no son compatibles con el objetivo de eficacia de los ejércitos
(p. 202).
Conscientes de la
importancia que representan para ellos los medios de comunicación, los actores
armados, a lo largo de la historia han venido “profesionalizando” las “relaciones públicas”
que establecen con los
medios de comunicación” (Mercier, 2004, p. 100). Los actores armados se sirven de los
medios para difundir un discurso legitimador (según los términos de Sabucedo,
Rodríguez, Fernández, 2002) con el que buscan justificar la guerra y la
utilización de la violencia, hacer compartir su posición a la población y
deslegitimar al enemigo. Los medios de comunicación pueden influir en la
percepción y las representaciones que la población tiene del conflicto y de la
posibilidad de una solución negociada del mismo.
Por lo tanto, la visibilidad mediática es uno
de los principales objetivos estratégicos que se disputan los actores armados
en Colombia y en general en todos los países en los que se impone la censura al
acceso mediático de las fuerzas opositoras. En Colombia esta función la cumple
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